Los permanentes cambios sociales y culturales, así como las frecuentes crisis económicas, políticas y ambientales han provocado nuevas reflexiones y miradas sobre el ser humano y, especialmente, sobre las formas de reconocernos, relacionarnos y crear sociedades.

En ese contexto aparece la estética de la existencia, un postulado filosófico que nos invita a hacer de la vida una obra de arte; es decir, una vida que cada sujeto crea con su estilo, pasión y sensibilidad para conectar con esa parte de sí que nos permite acoger lo que somos, transformar lo que hacemos y valorar lo mucho o poco que tenemos.

 El modelo VEMOS (Vida estética, Mundo sensible) es una exclusiva metodología transformacional cargada de sonrisas, color, creatividad y movimiento donde los participantes crean una visión de la vida con menos expectativas, menos culpas, menos miedos y más apertura al asombro, al devenir, al disfrute, al talento y al amor, a partir de cinco elementos significativos:

En un mundo de verdades absolutas que niegan la creatividad y la curiosidad nos volvemos ciegos de ver siempre igual y de la misma manera.

Para ver de nuevo, creamos espacios de apertura y resignificación que provocan un mirar diferente para descubrir otras formas, otras visiones, otras perspectivas de la vida.

Todo instante de asombro es producto de una mirada estética; es decir, una mirada libre de prejuicios que es capaz de ver todo eso que realmente tiene el universo para recargarnos de vida, energía, paz, aprecio, satisfacción, abundancia.

Un cuerpo quieto es un cuerpo inerte y un cuerpo inerte poco puede aprender y, en ese sentido, no tiene los elementos suficientes para reconocer las posibilidades que existen en su vida y en su entorno para desarrollar su ser en excelencia.

Por eso, nuestras experiencias se desarrollan a través de ejercicios dinámicos de contacto, diálogo, movimiento, cooperación y creaciones colaborativas que integran actitudes, capacidades gestos, voluntades y formas de ser y hacer.

Todo conectar implica un intercambio energético que reconoce los saberes diversos para construir lazos, vínculos, transformaciones

Un cuerpo quieto es un cuerpo inerte y un cuerpo inerte poco puede aprender y, en ese sentido, no tiene los elementos suficientes para reconocer las posibilidades que existen en su vida y en su entorno para desarrollar su ser en excelencia.

Por eso, nuestras experiencias se desarrollan a través de ejercicios dinámicos de contacto, diálogo, movimiento, cooperación y creaciones colaborativas que integran actitudes, capacidades gestos, voluntades y formas de ser y hacer.

Todo conectar implica un intercambio energético que reconoce los saberes diversos para construir lazos, vínculos, transformaciones

Hacemos parte de una generación angustiada que se enfrenta a los problemas, retos y situaciones cotidianas de la vida desde una narrativa de la lucha, la preocupación y el estrés. Este relato ahuyenta toda sensación de satisfacción cuando se nombra la vida y el ser.

Para ello, creamos ejercicios divertidos y sentidos que movilizan emociones, tocan las fibras y conectan los cuerpos para disfrutar las experiencias y vivir con intensidad las experiencias formativas.

Todo proceso de crecimiento humano es más significativo y en ese sentido, más sostenible en el tiempo si se gestiona desde el goce, el disfrute y la sensación de satisfacción de los participantes.

Creamos una humanidad que tiene más respuestas que preguntas o más verdades que dudas; especialmente, en lo relacionado con la propia vida. Habitamos este planeta buscando likes y aceptación de los otros ignorando por completo aquello somos y lo que le da sentido y valor a nuestras vidas.

Nuestros encuentros se desarrollan a través de mucho movimiento, pero también de mucha reflexión para ensanchar la conciencia, estimular el pensamiento crítico y construir una visión sistémica de la vida que es la base de todo propósito de comprensión y transformación.

Todo propósito de trascendencia nace en la preguntarse por sí mismo y se materializa en el postulado filosófico “ocuparse de sí”, que significa reflexionar el existir y tomar decisiones individuales que provocan grandes transformaciones colectivas

Creamos una humanidad que tiene más respuestas que preguntas o más verdades que dudas; especialmente, en lo relacionado con la propia vida. Habitamos este planeta buscando likes y aceptación de los otros ignorando por completo aquello somos y lo que le da sentido y valor a nuestras vidas.

Nuestros encuentros se desarrollan a través de mucho movimiento, pero también de mucha reflexión para ensanchar la conciencia, estimular el pensamiento crítico y construir una visión sistémica de la vida que es la base de todo propósito de comprensión y transformación.

Todo propósito de trascendencia nace en la preguntarse por sí mismo y se materializa en el postulado filosófico “ocuparse de sí”, que significa reflexionar el existir y tomar decisiones individuales que provocan grandes transformaciones colectivas

La sociedad del “Pienso, luego existo” nos sacó de una parálisis “el oscurantismo de la edad media” a otra parálisis “el oscurantismo de la razón”, un monstruo que ignora el cuerpo y olvida una de las leyes que posibilita la vida y le da sentido al universo: el movimiento.

Para activar el ser, creamos experiencias sensibles que trascienden la razón, superan el ego, conectan con el amor propio para potenciar las habilidades blandas y crear en los participantes capacidades de liderazgo, comunicación e innovación.

Un cuerpo en movimiento, crea una energía que hace fluir la luz que alimenta el alma sana la mente y desarrolla la creatividad capaz de hacer de la vida una obra de arte.